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lunes, 4 de enero de 2016

Prólogo de un latido

Prólogo de un latido

                  La poesía a veces tiene permiso para dolerte por dentro a la vez que para acariciarte el alma, entre rimas que suspiran besos que aun no se han encontrado  y se besan con la vida de dos corazones, buscándose a escondidas con los ojos cerrados .Amándose con silencios que tienen voz de la misma alma. A veces se cuela incluso entre las olas de las sabanas, sin pedir permiso y te arropa con sueños de sentimientos que nunca duermen, sin tiempo ni espacio, amándote como prosas que esconden palabras que siempre te han dicho, mientras tu corazón te recita, ámame hoy y si eres un sueño no me despiertes mañana, pues mi vida no es mas que un sueño, que libre vive por soñarte.
         A veces la poesía duele muy adentro, como un clavo que te crucifica esperando lo que en ti nunca se ha ido. Otras veces se hace alas de mariposas que te elevan al cielo de los enamorados, como magia que se hace realidad en el brillo de los ojos de quien amas, y ahí te quedas, donde siempre has estado, amando las rimas de las poesías que el mismo Dios del amor ha tallado en el cuerpo de la poesía, aunque esa poesía, ese cuerpo, nunca lo haya sabido .
           Todo es poesía, no son necesarias palabras o letras para darle vida o muerte, pues hasta nosotros somos una misma poesía.
            Yo nací en un noviembre , no se, si de día o de noche, tan solo que llovía o eso me conto mi Madre. Pues cuando empecé a vivir, mi llanto hizo llorar a sus ojos y sus gotas endulzaron las mías ,mientras la habitación crecía ,como mis latidos en el eco de los suyos, abrazados en su pecho de leche y miel, y de ahí nació mi poesía, como mi vida, desde un llanto besando el cielo de mi Madre.
         Ya hace mucho tiempo que mis poemas no tienen miedo de sentirse libres entre estrofas ,bailando con las rimas de mi corazón, y en esa paz vivo yo, hablando con silencios, que se besan con mis susurros, al son de mis suspiros, mientras la vida me mira, con mis ojos perdidos en horizontes tan lejanos como cercanos, envueltos con las paredes de mi corazón dándome voz, allá donde habitan mis sueños, junto a las orillas de mi realidad, bebiendo de mi verdad, mientras mi sangre se hace tinta y mis labios, latidos sellando palabras mudas, que lo dicen todo de mi alma despierta, arropada con mi cuerpo, mientras mis pensamientos se besan con mis sentimientos dando forma a todo lo que soy, dentro y fuera de mi cuerpo.


eremoll